miércoles, 4 de febrero de 2015

La gula que anula mi existir

Carga mi corazón un de-sazón. Tú eres el condimento de mi tragedia. ¿Por qué? No lo sé, no has hecho nada para ganarte que yo esté siempre ahí, con vos... _Cagadita trás cagadita y aquí estoy, llevada del carajo. Porque así es la lógica de este asunto: un tire y aloje en el que el orgullo propio es el ganador, pero siempre gana el tuyo, llevando el mío a ceder y tenerme ahí aunque vos no lo notés. ¿Por qué? No lo sé, siempre me lo pregunto y aún no hay respuesta y quizá nunca la haya...
_Hoy, trato de huir a eso que desde hace unos meses me ata a vos, pero no soy capaz. Sos mi gula, mi vicio. Un vicio que se consume en buen sexo. Porque mientras somos sólo orgasmos, no importa que no sepa nada de tu vida más allá de tu nombre; no importa que después nos invadan silencios aturdidores. Allí, no importa nada, sólo consumirme en tu cuerpo.
"Qué locura sin razón, pero es que no puedo parar mi corazón". ¡Vaya contradicción!